- Referencia:
- 72204
- Publishing house :
- BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS. BAC
- Year of edition:
- 2009
- ISBN:
- 978-84-220-1436-2
- Alto:
- 210mm
- Ancho:
- 140mm
- Pages :
- 64
- Binding :
- Rústica
- Collection :
- FUERA DE COLECCION
ADORACIÓN EUCARÍSTICA PARA LA SANTIFICACIÓN DE LOS SACERDOTES Y LA MATERNIDAD ES
CONGREGACIÓN PARA EL CLERO
Carta de la Congregación del Clero -- Benedicto XVI -- Maternidad espiritual para los sacerdotes -- San Agustín -- El sueño de un cardenal -- Eliza Vaughan -- Beata Maria Deluil Martiny (1841-1884) -- Venerable Louise Marguerite Claret de la Touche (1868-1915) -- Lu Monferrato -- Beata Alessandrina da Costa (1904-1955) -- Sierva de Dios Consolata Betrone (1903-1946) -- Berthe Petit (1870-1943) -- Venerable Conchita del México (1862-1937) -- El barón Wilhem Emmanuel Ketteler (1811-1877) -- Santa Teresa de Lisieux (1873-1897) -- Beato cardenal Clemens August von Galen (1878-1946) -- Siervo de Dios papa Juan Pablo I (1912-1978) -- Anna Stang -- Una vida ofrecida por el Papa y la Iglesia
«Muchas son las cosas que el clero necesita, muchas son las cosas que por el clero hemos de hacer, tanto en relación con su propia identidad, cuanto por la fecundidad de su ministerio pastoral. No dudamos en afrontar los desafíos que las actuales circunstancias nos presentan, sabiendo que tendremos que superar muchas dificultades y fatigas. Somos conscientes de que el actuar es consecuencia del ser, y de que el ser, o el alma de todo apostolado, es la intimidad con Dios. Precisamente en esta línea se pretende encauzar un movimiento espiritual que trata de evidenciar, por una parte, el vínculo ontológico entre Eucaristía y Sacerdocio y, por otra, la especial maternidad de María en relación con todos los sacerdotes: se quiere poner en marcha una cadena de adoración perpetua para la santificación de los clérigos, y dar un nuevo impulso a mujeres consagradas que, desde la tipología de la Santísima Virgen María, Madre del Sumo y Eterno Sacerdote y Socia de su Redención, quieran adoptar espiritualmente a sacerdotes para ayudarlos con la ofrenda de sí, con la oración y la penitencia. En la adoración siempre se incluye el acto de reparación por las propias faltas, con intenciones particulares derivadas de las actuales» (De la «Carta de la Congregación del Clero», p.7)