El matemático y escritor británico Charles Lutwidge Dodgson (1832-1898), quien firmó su popular obra literaria con el seudónimo de Lewis Carroll, con Alicia defiende el derecho de los niños y los jóvenes a opinar, y a decidir sobre el futuro. La historia de estas aventuras algo disparatadas se inspira en un paseo en barco por el río Támesis, en el cual acompañaron al autor un amigo y tres hermanas: Lorina Charlotte, Alice y Edith; de trece, diez y ocho años. En una parada a la orilla del río y a la sombra de unos almiares, el imaginativo profesor improvisó para las niñas una serie de historias simpáticas, que luego llamó Las aventuras subterráneas de Alicia.Por la insistencia de las niñas, especialmente de Alice, pasó esa noche en vela, dedicado a recordar la extravagante historia y llevarla al papel. Alice Liddell recibió el manuscrito terminado e ilustrado por el autor, en noviembre de ese año, 1864. Más tarde, Carroll entró en contacto con el ya famoso dibujante inglés John Tenniel, quien leyó el libro y se comprometió a ilustrarlo. Alicia en el País de las Maravillas fue publicado en mayo de 1865. Y tanto éxito tuvo y tanta polémica suscitó, gracias a su sentido del humor y su ingenio, que en 1871 Lewis Carroll escribió una continuación o segunda parte, titulada A través del espejo.En ambos libros, Alicia es la protagonista y abundan personajes estrambóticos como la liebre blanca, el sombrerero, la oruga azul, el gato de Cheshire, la Reina de Corazones, que también han popularizado varias versiones cinematográficas y de dibujos animados sobre el País de las Maravillas. Sin embargo, si en el primer libro el autor juega con cartas vivientes, en el segundo lo hace con una partida de ajedrez, en la que la incauta protagonista se verá involucrada sin quererlo. Las reglas de ambos juegos, el de cartas y el de ajedrez, no son respetadas ni por Alicia ni por otros personajes del libro, ya que el juego con normas estrictas es demasiado adulto y aburrido para un autor que defiende la libertad a toda costa.