«El conocimiento de que Dios es un Dios referido al mundo y al hombre, que opera dentro de la historia, o, dicho más hondamente, el conocimiento de que Dios es persona, y que sale al encuentro del tú, este conocimiento exige sin duda un nuevo examen de toda la línea de las declaraciones filosóficas, un repensarlas como todavía no se ha ejecutado suficientemente». (del Prólogo del autor)