Presentación Antes de empezar Indicaciones iniciales. Identidad y relevancia Preparación. La epistemología teológica PRIMERA PARTE: AUDITUS FIDEI LA TEOLOGÍA A LA ESCUCHA DE LOS CREYENTES DEL PASADO Objeto y método Primera etapa. La teología prebíblica Origen Propósito Plan Debate Segunda etapa. La teología bíblica Origen Propósito Plan Debate Tercera etapa. La teología posbíblica Origen Propósito Plan Debate SEGUNDA PARTE: INTELLECTUS FIDEI LA TEOLOGÍA AL HABLA CON LOS CREYENTES DEL PRESENTE Objeto y método Cuarta etapa. La teología dogmática Origen Propósito Plan Debate Quinta etapa. La teología moral Origen Propósito Plan Debate Sexta etapa. La teología práctica Origen Propósito Plan Debate Indicaciones finales. Declaraciones y calificaciones Al terminar Apéndice. Aquella renovación teológica Orientación bibliográfica
Este libro va dirigido a quienes reconocen la importancia decisiva de la teología para toda persona creyente interesada en desentrañar el mensaje cristiano, cada vez más contestado u olvidado. En particular a aquellas que, al asomarse al panorama teológico actual, se sienten perdidas en la maraña de temas y criterios que presenta. A todas ellas les ofrece una guía que les permitirá avanzar sin perderse por el camino, a veces intrincado, de la ciencia vital de la fe. Les hará descubrir su tema nuclear: la revelación, entendida como la autodonación creciente de Dios en el corazón del mundo, como su aventura progresiva entre los hombres, una aventura que ha afectado profundamente a la vida de la humanidad. Les permitirá percatarse de su trayecto central: un trayecto ordenado y coherente que conduce del pasado al presente, de la escucha atenta de las personas creyentes del pasado (auditus fidei) al habla creativa con las del presente (intellectus fidei). Les ayudará a captar su pretensión fundamental: hacer comprensible y creíble el evangelio escuchado, que tanto en su conjunto como en cada una de sus partes resulta no pocas veces extraño e ilusorio, por más que nunca pierda su fascinación. El libro es en forma y fondo sobrio, casi austero; pero contiene, soterrada, una inquietante pasión, esa pasión sin la cual no se puede recorrer con provecho el camino teológico.