Símbolo y profecía es un canto a la vida y a la esperanza. El poeta, a través de símbolos naturales, de parábolas bíblicas y de otras imágenes sugerentes, penetró en ellas, las personaliza y las recrea para compartir con el lector las riquezas del ser humano, sensible a la belleza de la creación, a la armonía del universo, abierto siempre a la inefable bondad trascendente de la divinidad. Frente a la barahúnda de nuestra sociedad, llena de prisas, violencia y superficialidades, estos poemas nos invitan a reflexionar, a entrar dentro de nosotros mismos y asombrarnos ante el tesoro de riquezas, de paz y de felicidad que almacena nuestro espíritu y del que podemos gozar...