- Referencia:
- 98578
- Editorial:
- PPC EDITORIAL
- Any d'edició:
- 2019
- Matèria
- Adviento
- ISBN:
- 978-84-288-3472-8
- Alto:
- 190mm
- Ancho:
- 122mm
- Pàgines:
- 112
- Enquadernació:
- Otros
- Col·lecció:
- SAUCE
A LA ESPERA DEL POBRE
MEDITACIONES DE ADVIENTO Y NAVIDAD
RICHI ALBERTI, GABRIEL
Prólogo
I. Custodiar el asombro
1. Señor, enséñanos a orar
Aprender a orar
La liturgia como escuela de oración
El diálogo de la Iglesia con Cristo
Participar de ese diálogo
2. Las «antífonas de la O»: el diálogo de la Iglesia con Cristo que viene
La «O»: el asombro agradecido
Aquel que está viniendo
Viene a nuestra pobreza
Del asombro a la súplica
3. Un deseo cada día más consciente y ardiente del Salvador
17 de diciembre
18 de diciembre
19 de diciembre
20 de diciembre
21 de diciembre
22 de diciembre
23 de diciembre
II. Esperar a quien viene sin tardanza
1. De la mano de la liturgia del 24 de diciembre
2. La oración de la mañana
Señor, ábreme los labios
Invitatorio
Oficio de lecturas
Laudes
3. La oración de la tarde
Lucernario
Invocación inicial
Himno
Las antífonas de los salmos
La lectura breve
Magnificat y Padrenuestro
III. Navidad:
el Pobre que nace para enriquecernos
1. Una preciosa indicación del papa
Nacido en suma pobreza
La gracia de nuestro Señor Jesucristo
2. El misterio de Cristo pobre
Siendo rico
Se hizo pobre
Por vosotros
3. El don de la pobreza
Pobres porque plenos
Pobres, es decir, libres
Pobres, es decir, en comunión
Pobres, es decir, llenos de alegría
Pobres, es decir, trabajadores
Estas meditaciones de Adviento y Navidad han nacido como resultado de la preparación para la celebración del nacimiento del Señor. La liturgia de la Iglesia es escuela de oración y puerta principal para entrar en el misterio del nacimiento del Mesías en Belén. Por tanto, de la mano de la liturgia seremos introducidos, en primer lugar, en la custodia del asombro y en la acogida de aquel que no se hace esperar: Jesús, el Pobre que nace para enriquecernos. Después, la contemplación del don de la pobreza que Jesucristo nos trae con su encarnación ocupará el puesto central.