- Referencia:
- 75566
- Editorial:
- VERBO DIVINO
- Any d'edició:
- 2011
- Matèria
- Teología
- ISBN:
- 978-84-9945-234-0
- Alto:
- 240mm
- Ancho:
- 155mm
- Pàgines:
- 232
- Enquadernació:
- Cartoné
- Col·lecció:
- AYOPA
¿DIERON CULTO A JESÚS LOS PRIMEROS CRISTIANOS?
LOS TESTIMONIOS DEL NUEVO TESTAMENTO
DUNN, JAMES D. G.
SIGLAS Y ABREVIATURAS
INTRODUCCIÓN
La pregunta
EL VOCABULARIO DEL CULTO
Dar culto
Términos similares
Términos afines
Doxologías
El vocabulario de la bendición
Conclusión
LA PRÁCTICA DEL CULTO
La oración
Los himnos
Lo sagrado: espacio, tiempo, banquetes y personas
El sacrificio
Conclusión
EL MONOTEÍSMO, LOS MEDIADORES CELESTIALES Y LOS AGENTES DIVINOS
El Señor, nuestro Dios, es un solo Señor
Los ángeles
El Espíritu, la Sabiduría y la Palabra
Seres humanos exaltados
Conclusión
EL SEÑOR JESUCRISTO
¿Era Jesús monoteísta?
Jesús es Señor
Palabra, Sabiduría y Espíritu
El testimonio del Apocalipsis de Juan
Jesús como dios o Dios
El último Adán, el mediador, el intercesor celestial
¿Es útil reformular las cuestiones recurriendo a la categoría de la identidad divina?
Conclusión
CONCLUSIÓN
La respuesta
BIBLIOGRAFÍA
ÍNDICE DE LIBROS DE LA BIBLIA Y DE FUENTES ANTIGUAS
ÍNDICE DE AUTORES
ÍNDICE ANALÍTICO
Un estudio novedoso sobre una cuestión de importancia capital para la fe cristiana: ¿dieron culto a Jesús los primeros cristianos? Para responder a esta pregunta, Dunn analiza exhaustivamente todos los términos o frases relacionados con el culto.
Se trata, por tanto, de un estudio lexicográfico minucioso mediante el que se va desplegando la pluralidad semántica de los términos y conceptos implicados. Su conclusión es negativa: no, los primeros cristianos no dieron culto a Jesús, sino a Dios mediante Jesús en el Espíritu Santo. Convencidos como estaban de que en Jesús se había abierto una puerta definitiva y nueva en la relación recíproca entre el Dios y los seres humanos, los títulos divinos que se atribuyen a Jesús tienen una función paradójica: al tiempo que revelan su identidad, impiden a los cristianos disponer a su antojo del misterio insondable y abismal del Dios en él revelado. Jesús no abre totalmente el misterio, pero tampoco lo encierra, más bien, lo entre-abre. Es el centinela del ser de Dios y del ser del ser humano.
Este estudio puede contribuir, sin lugar a dudas, a replantearse la cuestión trinitaria de un modo que estimule, recíprocamente, el diálogo del monoteísmo cristiano en el contexto de las otras religiones monoteístas.