A la hora de definir su identidad, Europa se refirió muy pronto a su doble origen griego y judío. En los escritos de los historiadores de la Ilustración y los románticos del siglo XIX, se trataba de la famosa oposición entre Atenas y Jerusalén. Rémi Brague aborda de nuevo la cuestión de la identidad, centrándose en la «vía romana», la latinidad de Europa. ¿Qué caracteriza a Europa? Es una apropiación de lo que le es ajeno. Histórica y filosóficamente, Europa tiene sus orígenes fuera de sí misma. Tomando prestado de otras civilizaciones, los romanos lograron una síntesis que fue la base de la primera unidad cultural, el primer espacio europeo. Tanto es así que, aún hoy, definir Europa es marcar cómo se distingue de lo que no es ella por su carácter originariamente romano. Esta nueva edición de Europa, la vía romana, un clásico del autor publicado en diecisiete idiomas, ha sido ampliada y corregida y cuenta con un nuevo capítulo nunca antes traducido al español.