El Cántico de las criaturas o del hermano sol de Francisco de Asís fue, ante todo, un canto de alabanza al Señor. Y su propósito no era otro que el de invitarnos a hacer lo que él estaba haciendo: Load y bendecid a mi Señor y dadle gracias y servidle con humilde corazón.
Este modesto libro es ante todo un comentario a la plegaria entrañable que un día dirigió Francisco a Dios. Es uno de los posibles comentarios. Y ojalá tenga la virtud de incitar a posibles lectores a contactos nuevos con ese original precioso y a comentarios más sabrosos. Lo importante es que también Francisco nos ayude a orar un poco mejor y a que un poco más en verdad confesemos el primado de Dios.