San Pablo de la Cruz (1694-1775) es una gran figura espiritual de su tiempo, cuya vida estuvo toda ella iluminada por el misterio de la pasión y de la muerte de Jesucristo en la cruz. Predicador popular de renombre en Italia, gran místico y director de almas, es sobre todo el fundador de un instituto religioso de hombres y mujeres que lleva por nombre Congregación Pasionista. Para esta fundación, el joven Pablo se prepara con un retiro de 40 días en la más completa soledad, y allí, en comunicación íntima con Dios, consigna en un Diario las mociones que recibe de él y su correspondencia a ellas. Es lo que llamamos su Retiro de Castellazzo. De ello se habla en este libro destacando, más de lo que se hace ordinariamente, la gran influencia que, ya desde entonces, tuvo en él la doctrina espiritual de S. Francisco de Sales.