Esta teología de la experiencia de Dios no intenta abarcar todos los aspectos de una problemática tan compleja y amplia, sino presentar algunas claves de interpretación que han sido elaboradas desde el aporte de aquellos que, cualificadamente, han tenido tal experiencia, y a los que la Iglesia ha reconocido oficialmente como una instancia válida, testimonial y modélica de vida y de doctrina: los santos.
Entre ellos, los que más le interesan a la teología son quienes han legado una verdadera sabiduría del Espíritu a través de sus escritos espirituales y teológicos, y pueden ser utilizados como fuentes del conocimiento para la ciencia de la fe.
En los santos, la teología se vuelve existencialmente existencial y encarnada, capaz de interpelar a la conversión y al crecimiento en la gracia. En ellos, la Palabra de Dios resplandece de una manera plena y consumada. La teología respira #en la comunión de los santos# la más genuina y rica tradición espiritual de la Iglesia viva.