Escrita en 1934, Yerma es la pieza teatral de Lorca que por excelencia aborda la problemática de la maternidad. Con asombrosa lucidez, el poeta cuestiona en esta obra cómo la maternidad interacciona con la moral sexual y configura la identidad social femenina en el marco de un entorno rural.
La joven Yerma, obsesionada con ser madre y ante la imposibilidad de concebir, se va alejando progresivamente del entorno hogareño, rompe su silencio y se rebela frente a la autoridad marital, trasgrediendo límites que manchan su «honra». Así, lo central en esta tragedia lorquiana es la respuesta de su protagonista ante el sufrimiento y la frustración que la asolan, que evidencian la represión sufrida por la mujer en la España de preguerra.