Postal sobre la luz. ''Al fin sé que mis ojos están hechos para la luz. Estuve con los ojos cerrados soñando inútilmente, entre los fuegos fatuos de la ilusión, hasta que por la misma luz fui llamado'': ''Despierta tú que duermes y te iluminará Cristo!'' Ahora mis ojos están abiertos para el sol que alumbra el día, para mirarlo todo con amor y reconocer a todos como hermanos.