- Referencia:
- 77367
- Editorial:
- VERBO DIVINO
- Año de edición:
- 2012
- Materia
- CONCILIO VATICANO II
- ISBN:
- 978-84-9945-316-3
- Alto:
- 200mm
- Ancho:
- 120mm
- Páginas:
- 384
- Encuadernación:
- Rústica
- Colección:
- NUEVOS DESAFIOS
RECIBIR EL CONCILIO 50 AÑOS DESPUÉS
XXIII SEMANA DE ESTUDIOS DE TEOLOGÍA PASTORAL
INSTITUTO SUPERIOR DE PASTORAL
Presentación
Juan Pablo García Maestro
(Profesor del Instituto Superior de Pastoral-UPSA
y coordinador de la XXIII Semana de Teología Pastoral)
I
PONENCIAS
Los contextos: del Vaticano II a nuestros días
Jesús Martínez Gordo
(Facultad de Teología del Norte de España,
Vitoria-Gasteiz)
Juan XXIII: el Papa Bueno, párroco del mundo
José Luis Corzo Toral
(Instituto Superior de Pastoral, Madrid)
La Iglesia, misterio y pueblo de Dios. La Iglesia
que quiso el Concilio Vaticano II
Ricardo Blázquez Pérez
(Arzobispo de Valladolid)
Memoria y sinceración de la generación
que hizo el Concilio
Felicísimo Martínez
(Instituto Superior de Pastoral, Madrid)
Otra forma de hacer teología
Nurya C. Martínez-Gayol Fernández
(Universidad Pontificia de Comillas, Madrid)
Perspectivas de futuro del Vaticano II
Juan Martín Velasco
(Instituto Superior de Pastoral, Madrid)
La evangelización: del Concilio a nuestros días
Eloy Bueno de la Fuente
(Facultad de Teología del Norte de España, Burgos)
II
MESA REDONDA
1. Tres matrimonios, tres generaciones, ante el Concilio
a) Juan Ramón Lacadena e Isabel García Gallo
b) Pablo Ruz y Ana Cristina Gómez Aparicio
c) Miguel García Baró y Mercedes Huarte
III
GRUPOS
Trabajo de grupos
Este libro contiene las ponencias presentadas en la XXIII Semana de Teología Pastoral, organizada por el Instituto Superior de Pastoral (ISP) bajo el lema "Recibir el Concilio 50 años después".
Un Concilio es, con sus decisiones y enseñanzas, solo un comienzo y un servicio. El Concilio solo puede dar indicaciones y expresar verdades doctrinalmente. Y por eso es solo un comienzo. Y después todo, depende de cómo se lleven a cabo esas indicaciones y cómo caigan esas verdades en el corazón creyente y produzcan allí espíritu y vida. Esto no depende, pues, del Concilio mismo, sino de la gracia de Dios y de todos los hombres de la Iglesia y de su buena voluntad. La renovación de la Iglesia no ocurre en el Concilio y a través de sus decretos, sino después (Karl Rahner).