Extracto del Índice:
¡Se hace saber! / Tu mar, orilla e inmensidad / Para tejer la mujer o el hombre nuevos / Acércate al maestro / Tú vales más / ¡Atención, ruta alternativa! / Toma segunda? ¡acción! / Lo que descubren los paparazzi / He visto sonreír a una estatua / Invertir en valores emergentes / Hay que hacer milagros / La memoria de los olores / Levántate aunque sea sábado / Un marcapasos nuevo / Necesidad de palabras pequeñas / ¿Andar con pies de plomo? / La cara y la cruz / Barro, digno, confiado / Quinina para tus calenturas / Un pescado pescador / La luz ámbar del semáforo / Adivinanzas de Jesús / ¿Aprobar la selectividad o la universalidad? / El secreto de la vida está en la limpieza del corazón / El buscador de objetos perdidos / ¿Has enviudado de Dios? / No confundirse de levadura / Las recomendaciones del Chef / Manto y delantal / Llegadas y salidas del Hijo del Hombre.
"Treinta gotas de Evangelio" propone actitudes ycomportamientos evangélicos que, experimentados y reconocidos en uno mismo, nos dan la certeza de que vivimos en la verdad, querida por el Padre: que somos hijos, hijas, semejantes a Él, y saborear, así, la alegría del Evangelio. Pretende contribuir, gota a gota, a preparar un colirio evangélico que ayude a nuestros ojos a ver la vida que sale de Jesús en forma de misericordia, de libertad, de verdad, de compasión, de ternura, de confianza en el Padre, que nos propone a cada uno vivir del mismo modo que Él y encontrar la verdad y el sentido más pleno y gozoso de nuestra existencia. Por eso, este libro está elaborado a base de algunas "gotas" de Evangelio para que podamos llegar a ver como ve Jesús. Una gota es poca cosa pero el goteo encierra una gran sabiduría porque no pierde la riqueza del caudal que es el Evangelio en un aluvión de palabrería, erudición, argumentos, doctrina... que acaban siendo simples elucubraciones humanas. Con este colirio evangélico aplicado a nuestras miras puede que el mundo no cambie -seguramente no cambiará- pero puede que nuestro corazón sí, se ensanche y poco a poco, vayan cabiendo en él más parcelas del mundo. El humilde intento de ir quitando de cada uno la viga del ojo que le hace miope, nos facilita la compresión y el acercamiento a otros con ojos limpios.