Estas páginas están destinadas a ayudar al lector a orar contemplando la Pasión de Nuestro Señor. No siguen un orden cronológico, sino que aspiran a hacer revivir los acontecimientos de hace dos mil años imaginando cómo actuaron los diferentes actores de aquellas horas, sombrías y luminosas a la vez, de la humanidad; tratando de ponernos en su lugar, como si la película de los acontecimientos se desarrolara ante nuestros ojos, una película tan cautivadora que nos sentimos directametne implicados. Lo estamos, en efecto, ¡y de qué manera! Pues es precisamente nuestro destino eterno lo que se juega en el curso de los "Días Santos". A continuación que cada uno dé libre curso a su imaginación y prosiga su plegaria como bien le parezca, o, más exactamente, dejándose guiar por los actos de amor y las inspiracíones que le insufle el Espíritu Santo, Espíritu de Amor del Padre y el Hijo.