- Referencia:
- 19967
- Editorial:
- SAL TERRAE
- Año de edición:
- 2005
- ISBN:
- 978-84-293-1611-7
- Alto:
- 210mm
- Ancho:
- 130mm
- Páginas:
- 136
- Encuadernación:
- Bolsillo
- Colección:
- RECURSOS CATEQUETICOS
024 - "BUSCAMOS UN MUNDO NUEVO". CELEBRACIONES PARA EL ADVIENTO
JOSÉ LUIS SABORIDO (ED.)
Hace ya unos años, publicábamos en esta misma colección de «Recursos Catequéticos» una primera recopilación de Planes Pastorales y Escenificaciones para Adviento y Navidad publicados en las revistas Homilética y Catequética. Desde entonces, ambas revistas han seguido publicando recursos parecidos para este tiempo litúrgico: celebraciones infantiles dominicales, planes pastorales más orientados a la escuela, celebraciones del sacramento del perdón, etc.
Ésta es la razón por la que de nuevo hacemos una recopilación de materiales en tres partes: 1) Planes y celebraciones. 2) Celebraciones penitenciales. 3) Otras celebraciones y actividades. La primera, más apta para aplicar a las Eucaristías familiares de los domingos, recorre los tres Ciclos litúrgicos en cuatro propuestas para cada uno de ellos, dentro una misma temática: la esperanza de un mundo nuevo. Las otras dos partes contienen celebraciones y actividades centradas en los niveles personales, aunque no exentas de referencias a la situación global del mundo.
La mayoría de todos estos recursos tiene, pues, un mismo denominador común: la esperanza activa -y la búsqueda, por tanto- de un nuevo mundo o Reino de Dios iluminado desde la presencia de ese Dios que, en Jesús, se hace Emmanuel, Dios-con-nosotros. Vivimos en un mundo atravesado por la violencia, las guerras, la injusticia globalizada, la pobreza de la mayoría, la inmigración de millones de personas en busca de nuevo hogar... La esperanza, pues, en este tiempo, debe ser esperanza activa. Y el horizonte del Adviento tiene forzosamente que ser un horizonte de nueva humanidad, de nuevo mundo. Ésta es la razón del tema transversal que recorre todas estas propuestas para el Adviento. Los niños -y sus familias- no pueden vivir al margen de los dolores y las esperanzas de nuestro mundo.